Los hematíes, mejor conocidos como glóbulos rojos, son los encargados de darle oxígeno a la sangre y por ende es de suma importancia que sus niveles sean correctos, y más aún, que la cantidad sea de calidad, pues es la manera de mantener sano nuestros sistema sanguíneo y nuestros movimientos y energías diarias.
Debemos hacernos un análisis sanguíneo cada año y así poder verificar que todo vaya perfecto. Pero qué debemos hacer cuando los niveles están disparados y qué podemos hacer para evitar que esto suceda. La respuesta es sencilla y básica, pero para muchas personas será complicado.
No es un secreto que uno de los hábitos que más problemas de salud ocasiona, es el fumar. Sobretodo cuando el hábito es grande y ya es una enfermedad, tabaquismo. El tabaquismo es pues uno de los mayores enemigos de la creación de glóbulos rojos sanos. La cantidad y calidad de hematíes que desarrolla una persona que fuma constantemente, es mala y elevada. Cuando comprobamos que tenemos hematíes elevados, se debe a que los glóbulos rojos se están sobre esforzando para poder llevar el oxígeno bueno al cuerpo, pero el daño que reciben a través del cigarro los debilita y eso mismo hace que se generen más; mayor cantidad pero en malas condiciones.
El problema viene cuando sigue en aumento la cantidad de hematíes y empezamos a perder defensas en el cuerpo, y el cuerpo al no tener defensas listas para trabajar, esto generará alergias, constipados y gripes con mayor rapidez y fuerza. Es por ello que evitar el cigarro y el estar cerca de personas que fuman es importante para la salud del sistema sanguíneo e inmunológico.